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domingo, 9 de agosto de 2020

LA PASEADORA DE MUÑECAS

Imagen de: Monika Sandrová (Praga, República Checa).



La paseadora de muñecas

   Fue a finales de julio. Recogíamos los primeros girasoles  de Ucrania en nuestros recuerdos de maletas exprés. En la calle principal del pueblo fronterizo con Polonia, donde el viento aúlla casi siempre, hacíamos las últimas compras para la vuelta. Y al salir del centro comercial, cargados con regalos y ramos de kalina, nos topamos con una anciana desafortunada que cuidaba su carrito de bebé sobre la acera, mientras sonreía a la gente que pasaba. Ella era muy pequeña y vestía su pobreza sin mascarilla. Parecía una niña arrugada con su pañuelo anudado al cuello y sus dos cuevas brillantes.

   Me acerqué para ver qué había debajo de una mantita con pequeños girasoles bordados, ya desdibujados por el tiempo y la suciedad. Había tres muñequitos. Una muñeca rubia, con la melena desaliñada y sin un ojo; otros dos muñecos ya calvos, desnudos y sin brazos. Ella, al acercarme, los abrigó hasta los ojos y colocó con cariño unas mascarillas descoloridas sobre sus cabezas. Desde su curvatura y pequeñez me miró con dulzura, extendió su mano como un cuenco tembloroso y me pidió algo de comida.

   —Їжа, їжа ... дякую. Бог заплатить вам (Comida, comida... Gracias. Dios se lo pague).

   — сама, сама... (sola, sola).

  En el carrito dejé unos melocotones y una porción de medovik (pastel de miel) que había comprado para Sveta. En su mano dejé 30 grivnas. Ella sólo repetía: "Дякую, Дякую"... (Gracias, gracias). Desbordaba bondad y ternura, casi irresistible...

   Después, en la cena, al comentar nuestro encuentro en la casa familiar, Yuri, nos contó la triste historia de la “Маленький божевільний” (Pequeña loca). La mujer, que no tenía parientes, enviudó joven y quedó con sus tres niños sola. Al siguiente invierno de su tragedia los niños enfermaron de un virus desconocido y murieron. Fue un shock para su mente. Ella se quedó en aquel día, en un tiempo de crianza permanente.

   Desde entonces pasea a sus niños en un carrito de bebé destartalado, camina las calles sin prisa pidiendo comida, sola y sola. Ya pasaron más de sesenta años. Pero jamás la ven llorar. Todos saben que es una iluminadora, incluso creen que da buena suerte mirarla porque en sus ojos, dicen, hay algo de dios que casi ciega. 

   También yo recordaré su imagen sin mascarilla por mucho tiempo.

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Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.


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martes, 12 de mayo de 2020

LOS RIESGOS DE NACER NIÑA


Fotografía de Stephanie Sinclair
Una adolescente se toma un descanso en su venta ambulante de baratijas en Mange Bureh. Las niñas no escolarizadas que trabajan en las calles de Sierra Leona para contribuir a la economía familiar corren especial peligro en un país donde los delitos contra ellas suelen quedar impunes.

#Yomequedoencasa  😷😉🌹📚🌍😘🎶🍀✍🙏🙋‍♀️ 

LOS RIESGOS DE NACER NIÑA

Cómo la identidad de género condiciona nuestras vidas

   La pobreza, la violencia y las tradiciones culturales oprimen a millones de niñas del mundo entero, pero algunas ven un rayo de esperanza en la educación.

   Sierra Leona es uno de los peores lugares del mundo para ser niña.

   En este país de África occidental, habitado por unos seis millones de personas, desgarrado por una cruenta guerra civil que duró más de una década y devastado por el Ébola, el simple hecho de nacer niña se traduce en una vida de barreras y tradiciones que a menudo dan más valor a su cuerpo que a su mente. La mayoría de las mujeres de Sierra Leona —el 90% según Unicef— han sido sometidas a la mutilación genital, una práctica que las inicia en la vida adulta y supuestamente las hace más deseables para el matrimonio, pero que también es un método de represión sexual profundamente arraigado en su cultura. Casi la mitad de las chicas se casan antes de los 18 años, y muchas se quedan embarazadas mucho más jóvenes, a menudo en su segundo o tercer ciclo menstrual. Muchas son víctimas de la violencia sexual; las violaciones suelen quedar impunes. En 2013 más del 25% de las sierraleonesas de entre 15 y 19 años estaban embarazadas o ya eran madres, lo que supone una de las tasas de gestación más elevadas del mundo para esta franja de edad. Y demasiadas mueren en el parto: es el porcentaje más alto del mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud y otras entidades internacionales. La mutilación genital femenina puede elevar el riesgo de sufrir complicaciones obstétricas.

Fotografía de Stephanie Sinclair.
Una niña es sometida a una mutilación genital durante una ceremonia colectiva celebrada en un colegio de Bandung, Indonesia, en 2006. Según Unicef, al menos 200 millones de niñas y mujeres de unos 30 países -entre ellas alrededor de la mitad de las indonesias menores de 12 años- han sufrido la mutilación genital. La práctica sigue realizándose y no siempre con las condiciones higiénicas adecuadas. 

   «Si vas a las provincias te encuentras con chicas de 23 años, de 15 años, ya casadas y con sus bebés en brazos», dice Annie Mafinda, comadrona del Rainbo Center, que ayuda a víctimas de la violencia sexual en Freetown, la capital de Sierra Leona. Muchas de las pacientes atendidas en este centro tienen entre 12 y 15 años».

Fotografía de Stephanie Sinclair.
Los matrimonios concertados son habituales en Sierra Leona. Baby Sibureh, de 17 años, y Claude Seibureh, de 48, vecinos de Freetown, se casaron en plena crisis del ébola. Cuando nació su hijo Joseph, a la madre hubo que hacerle una cesárea.

    Entre otras historias, dice Alexis:

  Cuando conocí a Sarah en Freetown, una ciudad que se levanta sobre una península montañosa junto a un puerto rutilante, tenía 14 años y estaba embarazada de seis meses, aunque parecía varios años más joven. Hablaba en un susurro, era bajita y menuda, llevaba las uñas de los pies pintadas de rojo y el pelo bien recogido bajo un pañuelo de color melocotón. Me contó que la había violado un muchacho, vecino de su familia, que se marchó de la ciudad tras la supuesta agresión. Cuando su madre se enteró de que estaba embarazada, la echó de casa. Ahora Sarah (cuyo apellido nos reservamos) vive con la madre del chico que según ella la forzó. La madre del supuesto violador fue la única que se prestó a acogerla; en Sierra Leona las mujeres suelen vivir con la familia del esposo. Sarah tiene que cocinar, limpiar la casa y hacer la colada. Me contó que la madre del chico le pega cuando, de puro agotamiento, no cumple con sus tareas.

   Con tantas trabas, ¿cómo puede una chica como Sarah sobrevivir y salir adelante en Sierra Leona?

  Las sierraleonesas suelen decir que el trauma de su país tiene su origen en la guerra civil que enfrentó a grupos rebeldes y al Gobierno. Desde 1991 y durante 10 años, miles de niñas y mujeres fueron violadas. Decenas de miles de personas fueron asesinadas. Y más de dos millones se vieron desplazadas. Más recientemente ha sido el virus del Ébola el que ha hecho estragos en el país, cobrándose una 4.000 vidas en menos de dos años.

Fotografía de Stephanie Sinclair.
Niñas de la aldea sierraleonesa de Masanga toman parte en ceremonias Bondo alternativas en las que se inician como mujeres adultas sin someterse a la mutilación genital. 

  «En este país no importa la vida, ni el cuerpo, ni el alma de las mujeres jóvenes —afirma Fatou Wurie, nacida en Sierra Leona, criada en el extranjero y que regresó a su país natal, a Freetown, donde trabaja en pro de los derechos de las mujeres—. Hasta la última política que implantamos excluye la voz de las jóvenes sierraleonesas».

Al participar en una ceremonia Bondo, alternativa que no incluye la mutilación genital femenina, estas niñas de Masanga reciben educación gratuita garantizada por Masanga Assistance Education, una organización suiza sin ánimo de lucro. 

   A pesar de que he pasado largas temporadas en diversos lugares de África occidental, la primera vez que pisé Sierra Leona me quedé profundamente impactada. He estado en Nigeria, Ghana, Senegal y Costa de Marfil, pero Sierra Leona me pareció diferente: menos acogedora, menos exuberante, más suspicaz y recelosa. Sin embargo, también descubrí que incluso en este país tan turbulento hay jóvenes que encuentran la manera de sobreponerse por encima de todo.

Fotografía de Stephanie Sinclair.
Rinki y Arti Kumari comparten un momento distendido en su habitación durante un receso de las clases que reciben en la escuela pública a la que asisten, la Kasturba Gandhi Balika Vidyalaya de Forbesganj, en la India. Entidad benéfica gestionado por Apne Aaap, cuya misión es poner fin a la trata sexual.

🌹🌹🌹

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

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Fuentes: Alexis Okeowo
Fotografías de Stephanie Sinclais

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Nous connaissons nos malheurs et ils nous semblent uniques. Dans le monde, il y a beaucoup de malheurs communs...

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lunes, 17 de abril de 2017

CANCIÓN DE LA CALLE MUDA


Imagen: Cidade de Deus (Ciudad de Dios), 2002. Director: Fernando Meirelles.
 Novela: Paulo Lins.
Drama basado en hechos reales en suburbio de Río de Janeiro. Cine de culto.

Calle de la distancia,
calle de la hora puesta,
  donde el sol se apresura
ebrio de realidades...

Canción de la calle muda

Las cosas que he visto
aún tiemblan en mí.
Tiempo fugitivo
detrás del vivir,
dolor indecible
sobre el manantial,
ternura oprimida
queriendo escapar.
Aurora indeleble
sobre aquel rosal,
los brazos del viento,
tu rostro al pasar.

Las cosas que he visto
aún duelen en mí.
La flor ignorada
sobre el adoquín,
un techo vencido
y un triste reloj;
tu cuerpo pequeño
pisado y sin voz.
La sombra y la ruina
peinando los ojos,
y un sol de reojo
cruzando la esquina.

Las cosas que he visto
aún tiemblan en mí.
La vida escondida
temiendo salir,
la rama quemada
y el aire de luto,
codicia, cloacas,
cortinas de humo.
Penachos de estrellas
buscando el fulgor,
almas errantes,
los hijos de Dios.

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Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved. 

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jueves, 22 de diciembre de 2016

EN LA PUERTA

En mi portal. #Infancia

Hay infancias que duelen
como tejados sin estrellas.
Pero más duele la indiferencia,
la desgracia invisible.

En la puerta

Aquí, en la puerta,
esperando
a que se abra la jaula
y vuele la vida.
Aquí, apretando
ternuras,
aireando tristezas.
Ocupando
los sueños fugaces
en subir a los bordes
y tocar las arpas versátiles,
y cambiar lo que duele en penumbra
por una pequeña sonrisa.

Aquí, inventando
cielos bondadosos
con sus pormenores:
mi casa en el árbol,
mis pies en las nubes.
Y abrir los rincones
al sol de mañana,
y tender mi jardín
en las blondas sutiles,
y encalar las palabras
que lloran a solas.

Aquí, en la puerta,
esperando
alcanzar un reflejo
que busque un espejo
y quiera quedarse.
Esperando a que pase de cerca
un antojo de vida,
y mire mi rostro
con todos sus ojos,
comprenda mi espera,
se apiade de mí.

🌸🌸🌸

Del libro (inédito) : Memoria refugiada, por Clarisa T.

Con este poema, os deseo el mejor de los años para este 2017 que está a la vuelta. Os dejo aquí mi sincero afecto, por todo lo bueno que he recibido de cada lector que me leyó y me lee. Vuestra compañía ha sido y es fundamental, en esta travesía literaria que inicié hace casi cuatro años. 
¡Gracias!
Deseo que vuestra vida sea próspera, enriquecida con todas las cosas buenas que aún os llegarán. Que seáis la esperanza para quienes esperan de vosotros esos momentos de plenitud, que sintáis el lado dulce del despertar, (al menos, de vez en cuando y, con buen humor). Que tengáis los ojos abiertos al porvenir y cada cual encuentre lo que anda buscando, entre su propia música.
Yo, ¿os cuento un secreto?: lo encontré. Pero siempre queda algún temor... Espero que nunca me ciegue la maldita indiferencia.
¡Y  qué bueno es cuando la vida nos toca por dentro! Valoro la música del silencio, del silencio interior...
¡Feliz 2017! ¡Haya paz!

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

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lunes, 6 de junio de 2016

POBRE

Ángela Figuera Aymerich, escritora española. (Bilbao, 30 de octubre de 1902 - Madrid, 2 de abril de 1984).


Poema: "Pobre".
Ángela Figuera Aymerich.
Obras completas
Ed. Hiperíón.📚
Pobre


"No sé como ha ocurrido. Está todo tan malo,
Como suele decirse. Me he quedado muy pobre.
No tengo ni un jilguero ni una estatua.
No tengo ni una piedra para tirarla al mar.
No tengo ni una nube que me llueva por dentro.
Ni un cuchillo de plomo para cortar la rabia.
No tengo ni una mata de tomillo
Para tender el pañuelo.
(Verdad es que tampoco tengo pañuelo,
Se nota cuando lloro y mis lágrimas corren como ríos de lágrimas)
No tengo ni una tira de tafetán rosado
Para tapar las grietas del corazón. No tengo
Ni un pedazo de beso que llevarme a la boca.
Ni un poquito de sueño que llevarme a los ojos.
Ni un retazo de dios que me cubra las carnes.
Me he quedado tan pobre
Que no tengo siquiera donde caerme viva".

🌸🌸🌸

Dejo aquí, la biografía  breve que escribió sobre esta poeta singular, y de la cual recomiendo su lectura, el biógrafo, poeta y periodista Francisco Arias Solís, para la revista Islabahía.com



“Mi poesía de hoy -escribía Ángela Figuera- grita con el dolor de todos y denuncia con la rabia de todos. Y pretende también estar con todos los que saben su dolor y los que lo ignoran; los que buscan y los que caminan a ciegas. Y, si no puede salvarlos, al menos puede caminar con ellos. No me importa si mi poesía es, por lo circunstancial, por lo concreta e impura, perecedera. Si un solo hombre de mi tiempo se siente por ella comprendido y acompañado, consolado y estimulado ya no habrá sido todo inútil”.

Escogí este poema de entre otros también significativos, quizá porque a pesar de los años transcurridos, hoy en nuestro país hay mucha gente que se siente "pobre", o es pobre. La poesía social de Ángela, está de actualidad. Con este poema de su autora, me solidarizo con todos los que viven y sienten la pobreza en pleno siglo XXI. No soy ajena a este sufrimiento de nuestra sociedad. Quizá por ello, y visto el resultado de todos los gobiernos que nos han traído hasta aquí, y quienes sólo han mirado por sus intereses personales y no los de la ciudadanía, quizá digo, sea el momento del cambio. La democracia permite mediante las urnas, que los ciudadanos ejerzamos nuestro derecho al voto y con él, servir de correctivo a aquellas políticas que se alejan de las necesidades de todos. Ya espero ese cambio.

Para los que dicen que es cosa del pasado, dejo aquí algunos enlaces publicados en los medios sobre informes actuales, para quien tenga interés. 
Gracias.


Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

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