domingo, 5 de marzo de 2017

NO DESPERTÉIS JAMÁS A LA SERPIENTE

Imagen: "Remando al viento" (Rowing with the wind) del director Gonzalo Suárez, 1988.
Ganadora de 6 premios Goya, incluyendo Mejor Director y Fotografía.
Film basado en los personajes reales de Lord Byron, Mary Shelley y Percy Shelley.


No despertéis jamás a la serpiente

"No despertéis jamás a la serpiente,
por miedo a que ella ignore su camino;
dejad que se deslice mientras duerme
sumida en la honda yerba de los prados.
Que ni una abeja la oiga al arrastrarse,
que ni una mosca efímera resurja
de su sueño, acunada en la campánula,
ni las estrellas, cuando se escabulla
silente entre la yerba, escurridiza".


WAKE THE SERPENT NOT

«Wake the serpent not – lest he
Should not know the way to go, –
Let him crawl which yet lies seleeping
Through the deep grass of the meadow!
Not a bee shall hear him creeping,
Not a way-fly shall awaken
From its cradling blue-bell shaken,
Not the starlight as he's sliding
Through the grass with silent gliding». (1819)

*****

Del libro: "No despertéis a la serpiente"

Autor: Percy Bysshe Shelley
Escritor, ensayista y poeta romántico inglés. Nace el 4 de agosto de 1792 en Field Place, Sussex, muere el 8 de julio de 1822 en Lerici, Italia.
Traducción prólogo y notas de Juan Abeleira y Alejandro Valero.
Antología poética
Poesía Hiperión, primera edición española: 1991. 5ª edición: 2011.

   Os dejo aquí este enigmático y hermoso poema de Shelley, con el cual nos sorprendió un día, nuestra profesora de inglés y que le agradecí, porque si hay algo en lo que casi todos estamos de acuerdo, respecto de la poesía, es en todo lo que pierde, a veces, hasta los significados, al ser traducida. En este caso, la traducción es de lo mejor que se ha traducido del autor (según algunos entendidos).
   Por lo que se entrevé, su tema no es otro que el leve tránsito desde la vida a la muerte: una serpiente dormida se desliza bajo la yerba de los prados hacia algún lugar desconocido; nadie debe despertarla de su letargo. Así, la naturaleza, lejos de desequilibrarse, seguirá imperturbable completando su círculo eterno, como si nada sucediese. Shelley fue apodado por sus amigos com "The Serpent" , observamos, que el texto cobra entonces un valor especial.

   Shelley, en contraposición a sus maestros líricos, su percepción de la naturaleza fue marcadamente científica. En muchos de sus poemas se aprecian descripciones más propias de un naturalista que de un poeta. Quizá ese deslumbramiento científico agudizo su obstinado ateísmo y su angustia ante el vacío de de la muerte.
   El dios de Shelley, a quien intentó nombrar con diversos conceptos (Belleza, Poder, aliento, Espíritu, Amor, Origen) no es el dios cristiano, todopoderoso, ajeno a nuestra miseria, sino una fuerza creadora-destructora que modela los seres y las cosas siguiendo unas leyes inescrutables.
Sin embargo, fiel a su carácter neoplatónico, vivió en contradicción permanente, debatiéndose entre el amor a su poderoso ego (o su necesidad de amor) y la experiencia real de las personas a las que afirmó amar.
   Defensor de la unión libre, sincero partidario de la liberalización femenina, Shelley ve en la Mujer a otra mitad suya imprescindible para realizar sus aspiraciones, para alcanzar lo eterno, por encima de todo, como presencia palpable del Amor que es. 
   Y en verdad todo es Uno (sabia máxima filosófica), pensamiento, poesía, cuerpo, espíritu, aliento de la naturaleza, origen, poder, libertad, amor, mujer. Lo importante es fundir todas esas voces aparentemente distintas en un solo eco atronador que nos despierte al mundo.
Shelley, como casi todos nosotros, necesitaba descubrirlo por sí mismo, palparlo con urgencia en su propia carne.

🌸🌸🌸

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Gracias por vuestra compañía, lectores.
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Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

6 comentarios:

  1. Si en algo se aproximan la poética y la ciencia, es en el asombro, que nos lleva a encontrar como lo decía Picasso, poniendo en cuestión el buscar. Y sólo el asombro puede llevar al encuentro del lenguaje que hace bello el poema,la música y otras artes. Shelley, logró encontrar esa magia para su poema serpentil, que en la metáfora, ya anuncia la necesidad de mantener la naturaleza en el cauce de su destino. UN abrazo. Carlos

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    1. Destino incierto, pero definitivo. Sin asombros, seríamos inútiles a la belleza o la simple cotidianidad de las cosas; imprescindibles para avanzar. La naturaleza es nuestro cordón umbilical, sin duda.
      Un abrazo y feliz día.

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  2. Buenas tardes, Clarisa:
    Gracias por compartir tus reflexiones, por permitir que tus palabras me acompañen mientras me dispongo a releer el poemario de Shelley (bueno, primero he de encontrarlo)
    Leerte hace que sienta una curiosidad nueva hacia lo que ya daba por olvidado: tienes la habilidad de dar vida con la palabra, nunca lo dudes, Clarisa.
    Gracias por tu compañía, Clarisa.

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    1. Gracias, Nino, por tu compañía en estos pasajes momentáneos, donde tu palabra (como voz la siento) y es apaciguadora para mí.
      Tiempos difíciles (aunque, cuando no lo fueron), para encontrar la armonía dentro de esta sociedad tan gigante y desestabilizada. Yo me refugio en escribir (casi siempre para mí misma), y en esas lecturas que me aportan más puntos, puntos y comas; más puntos suspensivos.
      Cada cual llevamos nuestras fórmulas y preguntas, conscientes somos, de que cuando resolvemos unas, ya llegan otras. Unos aislados o en silencio; otros haciendo ruido, pero en definitiva es el inconformismo el que prevalece. Y está bien, porque dóciles y sin espíritu de rebeldía, somos poco útiles a la vida. Pero quizá sí lo seamos a nosotros mismos, porque al final, como decía J. Ramón Jiménez :
      ¡No corras. Ve despacio,
      que donde tienes que ir
      es a ti solo!
      En estos días, también ando poco por aquí (como comentas en tu última carta en el blog). Yo creo que es bueno desaparecer un poco, a veces, y sobre todo, como bien dices, hemos de hacer las cosas cuando sentimos la necesidad y las ganas, sino, nos convertimos en autómatas farsantes permanentes. A lo único que nos debemos es a quien nos quiere en nuestra cercanía y a nuestros propios intereses, aunque parezca egoísta, no lo es (desde mi punto de vista, claro).
      Gracias, Nino, por estar ahí siempre. Casi terminé de leer "Bloguea o revienta" y todos tus encuentros literarios con tus lectores son exquisitos. Me gusta el pensamiento que discurre por ellos.
      Te deseo lo mejor, compañero. Mucha armonía, Nino.
      Au revoir!

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    2. Buenas tardes, Clarisa:

      Es triste que lo que no es útil para la vida, sí lo sea para la convivencia, donde es un requisito de madurez el ser dócil (creo que lo llaman ser “realista”) frente al sistema.
      Una vez más te leo y se me agranda el espíritu con ideas rebeldes frente al aburrimiento, una vez más, Clarisa, te leo y me llenas de ganas de escribir: gracias.
      Respecto a “Bloguea o revienta”, a estas alturas ya te habrás encontrado en sus páginas algún que otro despiste narrativo y alguna que otra falta ortográfica: te pido disculpas.
      Un abrazo, compañera Clarisa.

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    3. Gracias, Nino, por estar ahí siempre, aportando...
      Nos leemos.
      Un abrazo.

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