jueves, 6 de febrero de 2014

NUNCA ES TARDE


Que la vida me despierte temprano,
antes de que el mar me invada
con algún naufragio...

Nunca es tarde

Nunca es tarde
para salir de trampas,
si descubres la puerta,
si te armas
con la llave de tus fuerzas.

Yo nunca tuve ojos;
nunca tuve boca;
ni manos, ni pies.

Mi voluntad eras tú,
caminaba en tus zapatos,
vivía en tu piel.

Y miraba a través de tus ojos
y me perdí en la inmensidad...

Anduve, sí, y no llegué más allá
del porche solitario de mi regazo,
donde los niños jugaban
entre el ciclamor rojo
y las hojas de aquel tilo triste.

Perdimos la clave del portal
de los comienzos,
no fuimos ni dos errantes pasajeros.
Simplemente, no fuimos.

Nada queda de las horas
halladas y perdidas;
se borraron tus huellas y las mías
como se esfuma el perfume
de la breve mañana.

A veces vuelvo la mirada
para recordar tu cara,
tu dulzura silenciosa en mi pelo...
Para sentir aquel preludio
de tus palabras
que nunca fueron versos,
y me alejo...

Me alejo de todos los lugares
donde la luna nos llenó de luces,
donde la noche nos cantó sus miedos.

Te inventé ¡tantas veces!,
después de tanto...
Y me perdí por ti,
y me olvidé de mí.

Equivocada anduve creyéndome reina,
y a veces la princesa que calzaba tu vida.
Yo, que siempre fui descalza...

Aprendí. Y sé que nunca es tarde.
Ahora me veo, me hablo y escucho,
reconozco el tacto de mis manos,
no pertenezco a nadie, soy de mí y del aire...
Me detengo en el ámbar de mis ojos,
miro al frente, la vida me sonríe
esperanzada y su rosa soñadora
tiende un puente ante mis pasos.
🌱🌱🌱

Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

sábado, 1 de febrero de 2014

SILENCIO VACÍO

Imagen del film: "El señor de los anillos: El retorno del rey (2003). Peter Jackson. 

Un poema no evitará guerras,
ni injusticias,
ni salvará lo perdido, lo sé.
Pero invadirá algún sentido,
algún silencio vacío...
(Ingenuo y yo).
 Silencio vacío

Me duele el desquicio
de la crueldad humana;
me duele el suplicio
del árbol y la fauna;
el azote del destino
sobre la piedra rota...
Me duele el vuelo errante
del aliento perdido,
que aletea exhausto
sin encontrar la rama.
Las mañanas torpes
sin luces ni vestidos,
sin pintura de flores,
sin deslumbres del río...
Me duele el duende
del amor apagado
que ya no embelesa,
que ya no inventa
en la azotea del alba.
Se han dormido
las razones del alma
y está Vida sin brillo,
los cielos sin alas...
En las camas,
soplos y ronquidos
duermen sus desgracias;
en las calles,
viejas y largas,
deambula sin ser visto
un silencio vacío.
Un rumor de furias,
un batir de espadas...
¿Quién ruge y avanza?
El miedo se ha escondido,
es la crueldad que pasa...
🌹🌹🌹


 Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

(La última estrofa, con permiso de Bécquer, acoplo mis palabras).

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